La películas más reciente de Christopher Nolan está siendo proyectada en 35mm en algunas salas del país. A continuación, un breve relato de cómo se vive esta experiencia.
Oppenheimer, la nueva película del aclamado director Christopher Nolan ya lleva tiempo en cartelera y he tenido el privilegio de verla un par de ocasiones, una de ellas en 35mm. Pero, antes de compartir como fue mi experiencia, es necesario explicar algunas cosas.
Las películas hoy en día, en su mayoría, son grabadas con cámaras digitales y son proyectadas a través de proyectores láser, siendo Christopher Nolan uno de los pocos cineastas que continúa grabando en filme, y Oppenheimer no es la excepción, grabada en cámaras de IMax de filme (porque también hay cámaras IMax digitales), la película está siendo exhibida en una gran variedad de formatos: IMax de 70mm, 70mm, 35mm y digital. En nuestro país, ningún cine ofrece proyecciones IMax en filme de 70mm, ni en filme de 70mm estándar, y solo 3 ciudades cuentan con cines con la infraestructura para reproducir cintas de filme de 35mm, estas son: Guadalajara, Morelia y la Ciudad de México.
¿Cuál es la diferencia?
Empecemos por la diferencia entre una película grabada en celuloide (filme) y una grabada con cámaras digitales, aquí, la diferencia principal existe en que la calidad de la película grabada en filme es el resultado de un proceso químico, mientras que la calidad (entendiéndose aquí por calidad, resolución) de una película grabada de manera digital depende, entre otras cosas, de la cantidad de pixeles de la cámara con la que se está grabando y el resultado es un archivo informático, contra los cuadros fotografiados que son el resultado del proceso químico de revelación del celuloide. En términos generales, se estima que la resolución de una cinta de filme de 35mm es similar a la de un archivo en 4K, mientras que el filme de 70mm (que en realidad es de 65mm, estando los 5mm restantes dedicados al audio) no cuenta con un equivalente digital, es decir, la calidad de imagen es superior a la que es comercialmente viable hoy en día con cámaras digitales. Es por este motivo, en parte, que Nolan prefiere grabar con cámaras IMax de filme (ya que también hay cámaras IMax digitales) ya que es el formato con la mejor calidad de imagen que existe.
Habiendo establecido la diferencia entre digital y celuloide, es momento de presentar las diferencias entre una película grabada en filme, pero proyectada en un proyector de láser (digital) y una proyectada en un proyector análogo. Parte del proceso de post-producción implica la creación de un archivo “Digital Intermedio”, que es el resultado de escanear el metraje de cinta para la corrección de color, entre otros, que luego es reimpreso en la cinta de filme; sin embargo, para las películas exhibidas en protectores láser, este archivo digital intermedio se vuelve el martirizado final, que será distribuido a los cines para su exhibición. Mientras que una película grabada en filme que será proyectada de manera análoga requiere que se envié la cinta de película físicamente a los cines para su proyección. El archivo digital intermedio es de menor calidad que la cinta de filme, porque, al final, se termina reduciendo a un archivo digital, por lo que, por lo menos en teoría, una presentación en 35mm debe tener una mejor calidad de imagen que una presentada de manera digital.
Oppenheimer, La Experiencia en 35mm
Dejando las diferencias de lado, es momento de compartir mi experiencia. Fui el domingo siguiente al fin de semana de estreno al Cineforo de la Universidad de Guadalajara en donde se presenta Oppenheimer en 35mm. Una muy discreta marquesina, colocada a una esquina de la calle, anuncia orgullosamente "Oppenheimer. 35mm", el cine es discreto, es subterráneo y no esta bien señalizado, por lo que encontrarlo sin asistencia de alguien que ya haya asistido previamente es complicado. Bajando los múltiples escalones se extiende un largo pasillo que lleva a la taquilla, pegado a las escaleras una placa que lee "A Salvador Toscano.- Pionero del cine nacional". En la taquilla uno puede comprar su boletos en físico, aunque también pueden ser comprados de manera electrónica, siempre y cuando, se cuente con una cuenta de PayPal. El cine, en sí, está bastante descuidado, lo que me resultó sorprendente ya que esa es una de las salas principales de Festival Internacional de Cine de Guadalajara, por lo que esperaría que las instalaciones estuvieran mejor cuidadas; las butacas están desgastadas y la sala en la que fue la función no estaba bien ventilada, durante toda la función no se puso aire acondicionado o alguna forma de ventilación, lo que en un día caluroso de verano en una sala semi-llena significó que el distintivo aroma de un grupo de personas encerradas sin adecuada ventilación se hiciera presente.
Eso es en cuanto a las instalaciones, pero ¿qué hay de la calidad de la cinta? La función era a las 16:15 horas y con una puntualidad inglesa, empezó a la hora estipulada, sin publicidad por delante, el logo de Universal se proyectó sobre la pantalla, junto con la fanfarria que siempre lo acampánales y, para mi sorpresa, múltiples líneas verticales aparecieron sobre la imagen, uno de los indicios de que la cinta estaba dañada, estas líneas acompañaron la imagen durante toda la función, en diferentes grados de intensidad. Esas líneas aparecen por el desgaste, provocado por el uso constante de la cinta, pero su presencia se puede retrasar o disminuir con prácticas de aseo y preservación adecuadas. Dejando de lado esos problemas que tienen que ver más con el tratamiento y preservación de la cinta y el proyector que con la calidad propia de la cinta, logré notar una diferencia entre la presentación en IMax que había visto la semana previa y los 35mm, la imagen es más nítida, los colores más profundos y con un rango superior, aunque sutil. También he de reconocer la calidad de sonido, mucho superior a la que esperaba, con bajos graves y una mezcla activa y variada, lo que le añadió más cuerpo y potencia a las imágenes.
Reflexiones.
Agradezco poder haber visto una película de este nivel en 35mm, una experiencia que no está disponible en gran parte del país, y, en lo personal, algo que no había vivido en más de 15 años, por lo que, a pesar de que no fue del todo positiva, la experiencia fue nostálgica, el cine es más teatral con largas cortinas rojas adornando sus lados, ver las “quemaduras de cigarro” en la esquina superior derecha de la pantalla (si se le ve de frente), indicándole al proteccionista que debe de colocar el siguiente pedazo de cinta en el proyector me remontó a un tiempo pasado que parecía extinto.
Como comenté, muchos de los aspectos negativos que tuve de esta experiencia no tienen que ver con la calidad de la película, sin más bien con la falta de preservación de las instalaciones y el aparente descuido de la cinta. Con un costo de solo $50.00 pesos por boleto entiendo que es muy probable que el Cineforo esté operando en pérdida, sobreviviendo a base de subsidios. Es una labor importante la de la Cineteca y el Cineforo, traer cine del mundo, por lo general no comercial, a nuestro país y a un precio accesible. Sin embargo, considero también que, por esa misma razón, se debe de tener mayor respeto por la institución misma, respeto que se debería de reflejar en señalamientos adecuados para que la gente que no ha asistido pueda llegar con facilidad, instalaciones mejor cuidadas, y bien ventiladas, así como las herramientas adecuadas para proyectar y preservar el filme de forma que no se desgaste tan rápido.
Aunque la calidad de imagen es superior, también me recordó a muchos de los problemas que vienen con acompañados con la proyección análoga, que no están presentes en la proyección digital; sin embargo, también considero que, con la tecnología actual, se puede ejecutar una proyección análoga, reduciendo las inconveniencias del pasado. Las películas grabadas en filme no solo ofrecen una mejor calidad a la audiencia, sino que son mejores para la preservación de estos grandes trabajos de arte, por lo que un futuro cien por ciento digital no es deseable ni conveniente, tanto para la industria como para las audiencias.
Al final del día, estoy agradecido por haber visto una de mis películas favoritas del año en este formato y espero que el entusiasmo que ha surgido de parte de la audiencia para buscar este tipo de experiencias motive a los estudios, cineastas y cadenas comerciales de cine a traer de vuelta la experiencia análoga del cine, con los beneficios y facilidades proporcionados por las tecnologías actuales.
El Alquimista es un tipo que ama el cine, aquí frecuentemente publico reseñas, análisis o recomendaciones.
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