Esta es una discusión de la película Alien: Romulus, por lo que contiene spoilers, incluyendo el desenlace de la película.
Alien está de nuevo en la discusión popular gracias al estreno de Alien: Romulus, de Fede Álvarez, y creo que es un buen momento para comentar esta película, así como el impacto general de la saga.
Alien es uno de los grandes mitos cinemáticos, la película original de 1979 fue revolucionaria en muchos aspectos, como llevar la fórmula del slasher o la “casa embrujada” al espacio exterior, donde el Xenomorfo toma el lugar de Jason o Michael Myers. Sin embargo, considero que el motivo por el cual la criatura diseñada por H.R Giger ha capturado la fascinación de las audiencias por casi cinco décadas tiene menos que ver con tropos narrativos y más con su importancia mitológica, después de todo, Alien es un mito, principalmente un mito “anti-creación”, con una visión nihilista sobre la creación de la vida, así como el papel que jugamos los humanos en el universo. Tomemos, por ejemplo, el mito de la virgen de la Guachetá, en Colombia, donde el Sol embaraza a una mujer virgen, quien termina dando a luz a una esmeralda, de igual forma, la película original de Ridley Scott, toma elementos similares de estos tipos de mitos, pues el Xenomorfo es el resultado de un embarazo forzado, efectuado por un parásito, cuyo nacimiento implica la muerte de su anfitrión, estos elementos refuerzan la noción de que en el universo de Alien, la muerte y la destrucción son términos intercambiables (ideas que serían exploradas a profundidad en Prometeo y Alien: Covenant). Otros elementos simbólicos que es relevante tener en cuenta son los diseños fálicos y sexuales de la mayoría de las criaturas, el facehugger es una mezcla de una araña con un alacrán por arriba, pero por debajo parece una vagina, de la cual sale otro elemento fálico que se introduce forzadamente en sus víctimas, “preñándolas” con el Xenomorfo; hablando del Xenomorfo, su diseño tiene evidentes connotaciones sexuales, desde su etapa inicial como chestbuster, hasta el momento en el que alcanza la adultez, su cabeza es fálica, cuenta con una segunda boca cuya única función parece ser el penetrar el cráneo de sus víctimas. En otras palabras, la película original de Alien se centra en penetraciones forzadas y nihilismo, pues el resultado de la penetración forzada principal, tiene como resultado a lo que Ash denominaría como “el organismo perfecto”, una criatura hostil, con ácido por sangre, cuyo único propósito parece ser aniquilar cualquier tipo de vida distinto a ella, y reproducirse.
Como mencionaba previamente, los elementos “anticreación” de Alien, fueron explorados a mayor profundidad en las precuelas dirigidas por Ridley Scott: Prometo y Alien: Covenant. Ambas películas exploran como, en este universo, creación y destrucción son términos intercambiables, los ingenieros se destruyen tomando un líquido negro para crear organismos pluricelulares, creando vida, pero ese mismo líquido negro se utiliza también para la aniquilación. En otras palabras, la misma modificación del ADN, que permite al inicio de Prometeo la creación de los organismos pluricelulares, es la que cambia el ADN de simples criaturas como lombrices, para crear serpientes letales, y hostiles. Este mismo compuesto, tras múltiples experimentaciones y lo que parece ser el uso de algunos órganos de la Dra. Elizabeth Shaw, son utilizados por el androide David para crear los huevos que contienen a los facehuggers en Alien: Covenant. Alien: Covenant toma estos elementos “anticreación”, y les agrega connotaciones bíblicas (que es de esperarse solo de ver el título de la película), Covenant es particular porque lleva al extremo las consecuencias del nihilismo planteado por la existencia del Xenomorfo y del parásito que ayudó a su creación. Después de todo, el único propósito de estas criaturas es destruir todo a su alrededor, reproducirse, y modificar su entorno, en otras palabras: destruir, para crear. El problema con esto es que el parásito necesita “vida” para poder destruirla, por lo cual, es una criatura paradójica, pues si lograra su propósito (como vemos en Covenant) ya no tendría más vida de la cual alimentarse.
La más reciente entrega en la franquicia: Alien: Romulus, se adhiere a esta tradición nihilista, y connotaciones sexuales, incorporando elementos de casi todas las películas en la saga (estructuralmente es una mezcla de Alien y Aliens, y, al igual que Covenant, reserva sus mejores ideas para el acto final). La película es dirigida por Fede Álvarez, quien con un presupuesto de alrededor de 80 millones de dólares (17 millones menos que Covenant, hace siete años), la película se ve mucho más cara de lo que en realidad costó, lo cual es un logro en sí mismo, inicia como una buena película de Alien, pero cerca de su desenlace se convierte en una gran película de Alien. La cinematografía, a cargo del mexicano Galo Olivares, es excepcional, con un gran sentido de profundidad, un claro contraste entre los tonos claros con los oscuros, y una iluminación considerada y efectiva; en el tercer acto, Cailee Spainey es retratada como una verdadera estrella de cine, al igual que Cameron hizo con Sigourney Weaver en Aliens. El diseño de sonido también está muy bien logrado, con una mezcla dinámica que es particularmente efectiva en una escena involucrando múltiples facehuggers, y máquinas retro-futurísticas que producen clicks satisfactorios.
Como mencionaba, la película es muy similar en su estructura a Alien y Aliens, al igual que en Alien, justo cuando el conflicto principal parece haber resuelto, la heroína se da cuenta que hay un polizón en su nave de escape. La película es competente, aunque predictiva; sin embargo, Fede Álvarez inserta suficiente personalidad y empatía por sus personajes para que no se sienta artificial. Me gustó en particular la relación de Rain, la protagonista (otra sólida actuación de Cailee Spainey este año) con su hermano Andy (David Jonsson, entregando lo que es en esencia tres actuaciones distintas, todas de forma efectiva), un androide de Waylan-Yutani, modificado por el papá de Rain para que cuidara de ella, así como lo opresivo que es la colonia minera en la que viven, un lugar donde nunca sale el sol, y la única forma de ganarse la vida es arriesgando la salud trabajando en las minas, con la esperanza de que la compañía les otorgue un permiso para salir de ahí y ver el Sol (uno de mis momentos favoritos en toda la película es cuando Rain ve el Sol por primera vez).
También me gusta que Rain es un personaje muy bien escrito, es competente, inteligente, con grandes instintos, pero, sobretodo, es caracterizada por su empatía, que es la forma en la que Fede Álvarez separa a la humanidad del frío razonamiento de la compañía capitalista Weyland-Yutani. La dirección de Fede Álvarez es bastante bien lograda, me gusta mucho como mueve su cámara, de forma fluida sin ser híperestilizada ni artificial, en sus mejores momentos, Alien: Romulus se siente como música, una ópera oscura, plagada de gritos de agonía. La secuencia en la cual el Corbelan (la nave de nuestros héroes) se impacta en la estación espacial es verdaderamente efectiva. Sin embargo, además de la predecible de algunas partes de la narrativa, hay ciertos elementos innecesarios, que parecen más “notas del estudio” que expresiones artísticas genuinas, la principal de ellas es la inclusión del actor fallecido Ian Holm como el androide Rook; no se puede ignorar el hecho de que incluir a un actor difunto por medio de tecnología para una nueva “actuación” es verdaderamente problemático, y las cuestiones éticas sobre su inclusión aún están por debatirse. Estas inclusiones problemáticas cuya única función es servir a los fans, se sienten particularmente vacías por lo innecesarias que son, la inclusión de Ian Holm no es necesaria ni para la narrativa, ni para los temas de la película, especialmente porque hay razones dentro del mismo universo de la saga para que hubiera sido cualquier otro sintético (personalmente hubiera preferido que hubiera sido Michael Fassbender), pues su inclusión solo sirve para ejemplificar lo inhumana que es la compañía Weyland-Yutani, y por extensión, el sistema capitalista que representa, por lo que pudo ser reemplazado sin mayor problema, por cualquier actor vivo que ha interpretado a un sintético en este universo.
No obstante lo anterior, considero que la película funcionar, en gran medida a su brillante acto final, donde Romulus revela su mejor idea, y se convierte en una gran película de Alien, especialmente por la forma creativa con la que juega con las expectativas de la audiencia. La película se titula Alien: Romulus, una clara alusión al mito de Rómulo y Remo, padres fundadores de Roma, hijos de la virgen vestal Rea Silvia y Marte, el dios de la guerra, criados por la loba Luperca al ser abandonados por sus padres. La estación espacial donde toma lugar la mayor parte de la película está dividida en dos secciones, una llamada “Romulus”, y la otra “Remus”. El primer Xenomorfo que aparece en la película (si la memoria no me falla) es “concebido” en la sección de Remo, por lo que tenemos la expectativa de que tendrá un “hermano” para el final de la película, y así sucede. Pues Kay (Isabela Merced), quien está embarazada (y porta una medalla de lo que parecedeser la Virgen María, en su cuello), tras ser brutalmente atacada por el Xenomorfo, en un acto de desesperación, se inyecta el líquido de “creación/destrucción” de los Ingenieros, obtenido mediante la ingeniería inversa por Rook. Después de sobrevivir la pesadilla de la estación espacial, Kay, Andy y Rain se preparan para emprender su viaje a Yvaga; sin embargo, se escucha un indicador, algo está mal con la cápsula de híper-sueño de Kay: va a dar a luz. Kay grita de dolor y se retuerce mientras Rain busca desesperadamente como ayudarla, su fuente se rompe, y sale un huevo verde, Rain se llevo el huevo para tratar de congelarlo, pero está goteando ácido, el huevo cae al piso, se abre como una flor, y podemos ver en su interior: la criatura que contiene este huevo es humanoide,“Rómulo” ha nacido. Así, la película lleva a la audiencia a un nuevo territorio, donde las expectativas habituales de una película de Alien salen por la puerta, dando paso a verdadero terror. La forma en la que esta nueva criatura es revelada, por medio de un uso creativo de la iluminación, es sumamente efectivo, en las dos veces que he visto la película la audiencia reacciona. El diseño de la criatura en sí es sumamente efectivo, un hombre pálido, enorme, flaco, con largas uñas, y un rostro similar a los Ingenieros de Prometeo, pero con la cola de un Xenomorfo, con un hoyo donde deberían de estar sus genitales, otra desgraciada criatura emanada de la violencia que termina por asesinar a su madre.
En conclusión, me da gusto que Alien: Romulus siga con la tradición nihilista y connotaciones sexuales, Fede Álvarez y su equipo claramente entendían la relevancia simbólica de la franquicia y los elementos que forman su esencia, por lo que es otra gran adición a la saga de Alien. Es difícil ver a donde puede ir la saga, aunque me gustaría ver más de la historia de Rain, no me agrada la idea de una secuela directa a Romulus, por lo que preferiría una conclusión a la historia de David, y si Ridley Scott no está disponible, me encantaría ver lo que hace Fede Álvarez con esa parte del universo.
Datos Técnicos:
Título Original: Alien: Romulus.
Año: 2024.
Elenco Principal: Cailee Spaeny, David Jonsson, Isabela Merced, Archie Renaux.
Guión: Fede Álvarez, Rodo Sayagues.
Cinematografía: Galo Olivares.
Edición: Jake Roberts.
Música: Benjamin Wallfisch.
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