La sombra del pasado de la decepcionante trilogía de El Hobbit aún pesa sobre la Tierra Media, ¿podrá Prime Video restaurarla a su vieja gloria?
El Retorno del Rey
El pasado primero de Septiembre, Prime Video estrenó los primeros dos episodios de su nueva serie Los Anillos del Poder, se presume que la serie es la más cara en toda la historia de la televisión, semejante inversión viene acompañada de monumentales expectativas, Los Anillos del Poder necesita ser un éxito. Solo el tiempo dirá si la serie resulta un éxito financiero, pero luego de ver esta primera tanda de capítulos titulados Sombra del Pasado y A la Deriva respectivamente por lo menos puedo comentar que es un sólido inicio, fiel al espíritu del trabajo literario de Tolkien y, por algún motivo, eso se siente como victoria suficiente.
El género de la alta fantasía es difícil de ejecutar de manera adecuada, sobretodo hoy en día. Mi principal temor cuando Amazon anunció que iba a hacer una serie del Señor de los Anillos, adaptando parte de los apéndices, era que se sacrificara el espíritu del trabajo del Tolkien por perseguir un enfoque postmoderno; la obra literaria del Profesor está compuesta de historias de fantasía, alta fantasía, pero fantasía a final de cuentas, escritas en un estilo clásico, pre-moderno; sin embargo, hoy en día, el género de la fantasía ha adoptado un estilo narrativo post-moderno caracterizado por su ausencia de gloria, y un enfoque más "realista", aunque esto no es malo en sí mismo (basta ver obras como Game of Thrones) iría en contra del espíritu de un trabajo como El Señor de los Anillos optar por cambiar una narrativa clásica, por valores postmodernos.
Un Viaje Inesperado
Afortunadamente, mis temores resultaron estar infundados, la serie a cargo de Patrck McKay y John D. Payne, presenta, por lo menos en estos dos episodios, un respeto y entendimiento no solo del universo de la Tierra Media, sino además, de sus personajes y temas, con un estilo visual similar a las películas de Pete Jackson, pero logrando crear su propia identidad visual, sobretodo en su lenguaje cinemático, entregando una visita a una Tierra Media que se siente más joven, más vibrante en sus colores y menos familiar.
Por lo que respecta a la trama, esta es épica en escala, el exhorbitante presupuesto se nota en cada cuadro, en los espectaculares efectos visuales, en el impresionante diseño de producción. Muchas plataformas de streaming han batallado por tratar de entregar la experiencia de cine en casa, pero es con Los Anillos del Poder donde parece haberse cumplido esa promesa por fin, la televisión le queda pequeña.
Tanto Sombra del Pasado como A la Deriva son dirigidos por el español J.A. Bayona (Lo Imposible, Jurassic World: Fallen Kingdom). Su dirección es sólida, no solo hace honor a la épica escala, sino que ayuda a generar un lenguaje visual diferente al de ambas trilogías de Peter Jackson, pero no llama la atención a sí misma, es decir, no hay movimientos de cámara exagerados ni sobre-estilizados, ni hay un uso de de ángulos poco convencionales, lo que sí tiene es mucha cobertura tradicional, con movimientos de cámara básicos, pero efectivos, es una dirección conservadora para un programa con una narrativa tradicional y funciona. Además, Bayona aprovecha los momentos de acción para presumir un poco de su excelente bloqueo, especialmente en una secuencia en altamar en A la Deriva.
Esta aparente filosofía de rendir homenaje a las previas adaptaciones en live-action al trabajo de Tolkien también está presente en la música. El soundtrack, a cargo del compositor Bear McCreary, tiene ecos del icónico trabajo de Howard Shore (quien compuso la canción de los créditos iniciales de Los Anillos del Poder), y es adecuadamente épico y glorioso en los momentos que las imágenes lo demandan, los temas de Galadriel y Valinor son particularmente efectivos.
Naturaleza Arquetípica
A pesar de sus cualidades y niveles de producción cinemáticos, es refrescante ver que la estructura narrativa de Los Anillos del Poder es la de un programa de televisión tradicional. En muchas ocasiones en estos grandes proyectos de televisión la narrativa se siente atorada en un limbo entre la estructura más lineal de una película y la estructura fragmentada en capítulos de la televisión tradicional, un ejemplo reciente es Kenobi que hubiera sido mucho más efectiva como una película. Afortunadamente, Los Anillos del Poder tiene la estructura narrativa de una serie de televisión, con tres tramas principales, cada una con su propio incidente inicial. Podríamos definir a estos tres como arquetipos Tolkenianos: está el elfo enamorado de una humana (pensemos en Aragorn y Arwen, Beren y Luthien), está Galadriel en su cruzada contra el mal y, por último, está Nori, la intrépida Harfoot que hace un descubrimiento que puede desestabilizar a toda su comunidad. Como mencionaba, estos elementos son recurrentes en el trabajo de Tolkien y aquí están bien ejecutados.
Mucho del trabajo de Tolkien es la exploración del trauma, las heridas invisibles que cargamos, aquello que perdemos al iniciar un viaje y que nunca podemos recuperar, el miedo de haber vislumbrado algo infinito y perderlo por siempre. Muchos de estos temas están presente en Los Anillos del Poder, Galadriel carga con sus propias heridas invisibles, el trauma de la guerra y la pérdida que le impide dejar su misión, el recuerdo de Valinor en su corazón “no teníamos una palabra para la muerte” Después de la guerra, las palabras les sobraban. Estos personajes están bien interpretados por un elenco sólido y diverso, pero destacan Morfydd Clark como Galadriel y Markella Kavenagh como Nori. Clark dota a Galadriel de determinación, fortaleza y nobleza, mientras que Kavenagh inyecta a Nori con integridad y asombro. Reitero, este no es territorio nuevo, pero su ejecución es tan efectiva y se siente tan apegada al material fuente que no queda más que celebrarlo.
Otro aspecto fundamental en cualquier adaptación de Tolkien es el lenguaje, el Profesor, antes que escritor, era filólogo, su trabajo literario emana de su amor por la creación de idiomas y lenguas, para Tolkien, antes de que hubiera un mundo, había lenguaje, por lo que es vital que el uso del lenguaje sea adecuado. Afortunadamente, el diálogo presente es adecuadamente Tolkeniano, las simples palabras no bastan, las emociones de los personajes son tan grandes que se deben de expresar elocuentemente a través de las más bellas analogías; aunque he de reconocer que hay algunos actores que tienen problemas para hacer que se sienta genuino y convincente, es de apreciarse el esfuerzo puesto en el diálogo.
Otro aspecto que me sorprendió para bien es que el fan service, aunque está presente, no es el enfoque, los showrunners tienen suficiente confianza en el material que resisten el impulso de bombardear a la audiencia con referencias. Hay menciones a los Silmarils, tenemos un vistazo de Valinor y los dos árboles, pero esto no distrae de la trama principal y no es lo único que la serie tiene que ofrecer.
En conclusión, todavía es muy temprano en la serie para asegurar que esta será un éxito, mucho puede salir mal en los 6 episodios restantes, pero, con lo que hemos visto a la fecha, el universo de Tolkien parece estar en buenas manos. El trabajo de Tolkien tiene un lugar muy especial en mi corazón, y, hasta ahora, Los Anillos del Poder es todo lo que podía esperar y más, por lo que tengo fe de que esta primera temporada concluirá bien, después de todo, uno de los requisitos del género de la alta fantasía es la eucatástrofe.
El Señor de los Anillos: Los Anillos del Poder estrena episodios todos los viernes en Prime Video.
Comments