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Writer's pictureEl Alquimista

ANIMALES FANTÁSTICOS: LOS SECRETOS DE DUMBLEDORE: RESEÑA

Animales Fantásticos, la franquicia que parece sufrir una especie de maldición, regresa con su tercera entrega “Los Secretos de Dumbledore”.



MAGIA menguante

No tiene mucho caso tratar de explicar la trama más allá de lo siguiente: Newt y compañía están de vuelta, liderados por Dumbledore con el propósito de detener a Grindelwald quien busca ganar las elecciones del mundo mágico para continuar con su campaña de odio contra los muggles.


Esta es una película difícil de reseñar porque es prácticamente imposible separarla del drama que ha ocurrido detrás de las escenas, entre los comentarios transfóbicos de J.K. Rowling, la polémica de Ezra Miller (quien ha sido arrestado en dos ocasiones en Hawái en las últimas semanas) y el cambio de Johnny Depp por Mads Mikkelsen (tras las acusaciones de supuesto abuso doméstico por parte de su exesposa y subsecuentes juicios de difamación) todo parece haber afectado en gran medida el resultado final que vemos en pantalla. Pues la película, en muchas ocasiones, se siente incoherente, la estructura del guión es pobre y no logra generar mucho suspenso y emoción. La trama se siente como una serie de mosaicos, historias interconectadas por el más fino de los hilos, y los titulares secretos de Dumbledore no son una gran revelación para los fans de la saga. La película parece el reflejo de una historia de Harry Potter, todos los elementos están ahí: la dirección de David Yates, la música de James Newton Howard, los atuendos de Colleen Atwood, y un guión, en parte, por Steve Kloves (guionista de todas las películas de Harry Potter), pero todos estos elementos no suman para hacer una gran historia, el resultado final se siente vacío en muchas partes, carente de energía.



UNA CHISPA DE ESPERANZA

Todo esto se vuelve más frustrante porque hay elementos de Los Secretos de Dumbledore que en realidad funcionan. Jude Law es excelente como un joven Dumbledore, se conduce con elegancia y habla con sabiduría, sus escenas son de lo mejor de la película. Dan Fogler como el muggle Jacob Kowalski sigue siendo el corazón de esta franquicia, y el único que parece genuinamente entusiasmado por estar de vuelta, y Lally Hicks (muy bien interpretada por Jessica Williams) es una bienvenida adición al elenco. Y hay breves secuencias que logran capturar la magia del mundo de Harry Potter, que están dentro de lo mejor de la saga, como la secuencia inicial, o una transportación por medio de un libro que es un portkey, y el duelo entre Dumbledore y Credence que mezcla brillantes efectos especiales con emociones genuinas.


Por su parte, la dirección de David Yates es sólida como siempre, e incluye deleitantes homenajes a películas del cine mudo que tienen ecos de Buster Keaton y Charles Chaplin; sin embargo, su estilo sombrío y minimalista de dirección parece no ser suficiente para esta franquicia, la falta de energía en general evidencia muchos de las deficiencias estructurales del guión y hace que el tercer acto carezca de emoción y de suspenso.


También, es evidente que los guionistas han batallado con incorporar a los “animales fantásticos” en esta entrega, su presencia se siente fuere de lugar en muchas escenas y no coincide con el tono general del resto de la película, que, muy por encimita, es una exploración del fascismo.


Esto impide que la película se comprometa con un aspecto en específico. Por un lado, está Dumbledore viendo como derrotar a su examante, y por otro está Newt, perdido en una trama que no irá a ningún lado, con una criatura cuidadosamente diseñada para vender peluches. Esto evidencia muchos de los problemas con la mentalidad actual de considerar historias como “Propiedad Intelectual”. La primera película de Animales Fantásticos (mi favorita a la fecha) era una historia contenida, encantadora, pero con material para una sola película. Sin embargo, en la forma actual de hacer cine, “Animales Fantásticos” es una franquicia que debe ser explotada, cinco películas prometió Warner y vaya que han batallado con justificar la existencia de los animales fantásticos en las últimas dos entregas. Esta franquicia parece estar viciada de origen, y considero que hubiera sido mejor un acercamiento al material como el de las Crónicas de Narnia, donde el enfoque principal fuera la llegada de Grindelwald al poder y los esfuerzos de Dumbledore para detenerlo, con múltiples historias pequeñas, con personajes diferentes a su alrededor, que coinciden e impactan en alguna medida la historia principal.



OH, LA IRONÍA.

Como mencionaba más arriba, la película pretende explorar la idea del fascismo, y como las personas como Grindelwald llegan al poder; sin embargo, Los Secretos de Dumbledore no se compromete a contar esta historia como se debe. La película siempre nos “dice” que Grindelwald es malo, pero nunca nos “muestra” por qué. Nunca se nos muestra el lado seductor y atractivo de una personalidad como la de Grindelwald, las tácticas que usan para atrapar a las masas, no se exploran las situaciones sociales generales que deben de existir para que sean explotadas por alguien como Grindelwald. El fascismo surge y toma raíz en sociedades con grandes disparidades sociales y económicas, donde una persona selecciona a un enemigo en común al cual atribuir todos sus problemas. ¿Perdiste tu trabajo? Es culpa de los muggles, ¿No te alcanza para llevar comida a la mesa? Son los muggles los que te mantienen en la pobreza. Pero la película tiene miedo de explorar este tema, que es tan vital hoy en día de entender, porque las condiciones sociales se han presentado y el fascismo está de vuelta, en múltiples países del mundo. Pero esta película es producto, y no solo eso, es un producto que costó mucho dinero, por lo que debe de estar diseñado para gustarle a todas las personas, porque debe generar todo el dinero. Un ejemplo del miedo que tiene la película de comprometerse a su propia ideología es la homosexualidad de Dumbledore y Grindelwald, subtextual en todas las escenas, pero explícita solo en pocas. Escenas que son fácilmente removidas para que la película sea estrenada en un lugar como China, que actualmente tiene campos de concentración. Oh, la ironía.



LOS PECADOS DE DUMBLEDORE

Pero, más allá de los problemas ideológicos, se dice que en el cine no hay reglas, solo pecados y el pecado más grande que una película puede cometer es ser aburrida, y, por desgracia, este es un pecado que Los Secretos de Dumbledore comete con bastante frecuencia.


Por último, con todo el drama que ha ocurrido tras bambalinas, el futuro de la franquicia parece estar en la taquilla que esta entrega genere, pero, de volver con una cuarta historia, me gustaría ver un cambio de dirección en general, esta franquicia está en necesidad de un cineasta capaz de hacer lo que hizo Taika Waititi con Thor Ragnarok, alguien que llegue con una visión nueva y fresca para inyectarle algo de vida a esta moribunda franquicia y un estudio con las convicciones necesarias para realizar, de manera adecuada, las aspiraciones ideológicas de su narrativa.


Título original: Fantastic Beasts: The Secret of Dumbledore.

Dirección: David Yates.

Guión: J.K. Rowling & Steve Kloves, con base en un guión de J.K. Rowling.

Elenco Principal: Jude Law, Mads Mikkelsen, Eddie Redmayne, Ezra Miller, Dan Fogler, Jessica Williams.

Año: 2022.

Cinematografía: George Richmond.

Edición: Mark Day.

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